Esta preciosa morena tiene mucha suerte, hoy se va a comer un buen rabo negro. La polla es enorme y a ella le encanta. Se pone cachonda con solo mirarla y no para de relamerse. Se la mete en la boca y chupa con ganas, intentando metérsela en la garganta, pero es tan grande que no cabe. Se pone encima del negro y le cabalga hasta que la llena con su leche caliente.